¡Hola gente linda!

Mi hija tenía un cumpleaños y como estamos a principios de mes, que es como si estuviéramos a finales de mes, no teníamos medio centavo para comprar algún regalito... Claro que teniendo una madre que hace artesanías, y de las que suelen gustar a los niños, la nena no iba a ir con las manos vacías.

Por otro lado, hace tiempo que necesito tener un patrón de un conejo ya que es lo que más me encargan...Algo tendrán los conejos ¿no?... Nació así Quinoto.

Me encanta darle forma al tejido, ver cómo crece y se moldea a lo que tenía imaginado... Lo que nunca pude hacer es ir escribiendo el patrón a medida que iba inventándolo. Por lo general porque no quiero perder tiempo escribiendo, pensando que los puntos se me van a ir de la cabeza. Esta vez me puse firme y cada vuelta que daba, la anotaba.

La parte que más me gusta es el detalle de las terminaciones, no tanto ensamblar las partes, sino terminar de darle vida: la posición de las orejas, la forma de las cejas y boca... y algún detalle extra, en este caso una gran J que Quinoto abrazaba.

¡Disfruté muchísimo haciéndolo!

Nos vemos en la próxima. ¡Un abrazo!

Hooola!

¡Tengo que terminar un encargo de cuatro pares de polainas/calentadores/medias o calcetines sin pie/o como se llamen!... Me encantaría tejer y crear lo que YO quiera y después poder venderlo o regalarlo a placer, pero como estamos en épocas de vacas flacas, hay que conseguir clientes y seguir sus indicaciones para satisfacerlos y así seguir creciendo, ¿no?

Lo que más me gusta de este encargo es que el cliente me dejó crear a mi gusto, y resultó que cada par es distinto y ¡me encantó tejerlo! No hay mejor terapia que el trabajo que a uno le apasiona. Nunca dejaré de estar agradecida por la oportunidad de hacer lo que me gusta.

Dibujaré el patrón de puntos que seguí para cada uno de los pares y editaré este post para que puedan hacerlos o compartir con quien lo necesite...

Ciao!